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¿Conoces Alentejo? Al sur de Portugal, entre el Algarve y el río Tajo, muy cerca de la frontera con España, se encuentra la preciosa región de Alentejo. Siendo la zona menos poblada del país, es un verdadero remanso de paz donde admirarse con sus numerosos castillos, murallas, fortalezas, templos romanos y monumentos neolíticos.

A continuación, te proponemos siete de los pueblos con más encanto de Alentejo para que te enamores de esta región llena de historia y naturaleza.



1. Évora


En Évora hay mucho por ver, su casco antiguo, con un diseño y construcción típicos de los siglos XVI a XVII, fue declarado Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. El corazón de la ciudad es la Praca do Giraldo, llena de terrazas donde comer o tomar algo para disfrutar de la arquitectura y el ambiente.

¿Sabías que la ciudad posee el templo romano mejor conservado de todo Portugal? Dedicado a la diosa Diana, gran parte de su columnata se mantiene aún en pie y es uno de los monumentos más visitados por los turistas. Pero, quizás, el punto de interés más curioso es la Capela dos Ossos. No se trata de catacumbas, sino de una capilla construida literalmente con huesos y calaveras humanas, que se distinguen en paredes, columnas y arcos. La idea fue de un monje franciscano que quería plasmar la fugacidad de la vida y se calcula que se necesitaron unos 5000 esqueletos para su construcción.

Por otro lado, Évora es la visita ideal para disfrutar de un fin de semana o de un puente, ya que se encuentra a tan solo una hora en coche de Badajoz o a tres horas desde Sevilla. Desde esta población se pueden visitar también muchos otros pueblos alentejanos.


2. Elvas


A tan solo 10 km en línea recta de Badajoz, en la frontera entre España y Portugal, se encuentra Elvas. Un imprescindible de la región de Alentejo, puesto que se trata de la ciudad con mayor número de fortificaciones de toda Europa. ¡Nada menos!




En concreto, cuenta con siete bastiones y dos fortificaciones, la de Nossa Senhora de Graça y la de Santa Lucía, además del imponente castillo medieval que corona la ciudad. Todo este conjunto, así como el núcleo histórico, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2012. También es visita obligatoria el acueducto de Amoreira, construido entre los siglos XV y XVII. Sus más de 8 km de longitud lo convierten en el acueducto más largo de la Península Ibérica.

Además, si visitas Elvas en los meses de febrero o marzo, podrás disfrutar de su carnaval, uno de los más famosos de todo Portugal y en el que desfilan alrededor de 40 comparsas. La buena noticia es que también tienen Carnaval de Verano, por si viajas en esta estación del año.


 3. Monsaraz


¿Es Monsaraz el pueblo más bonito de Alentejo? Es difícil afirmarlo, ya que la región está plagada de pueblos con encanto, pero es cierto que Monsaraz tiene muchos puntos para serlo. Su mayor belleza reside en sus casas, todas ellas encaladas de blanco y rodeadas por una muralla de piedra medieval. Coronando el montículo donde se erige el pueblo se encuentra el castillo con la imponente Torre del Homenaje, utilizada durante siglos con fines defensivos.  

¿Te gustaría disfrutar de una experiencia diferente durante tu viaje por Alentejo? Al lado de Monsaraz se encuentra el lago Alqueva, cuyas aguas proceden del río Guadiana a su paso por la zona. Gracias a sus aguas tranquilas, se puede navegar en barcos-casa equipados con cocina y camas durante una o más noches. Además de disfrutar de las vistas y el paisaje, en algunas zonas del lago hay playas y también se pueden practicar deportes acuáticos. ¡Lo mejor es que no se necesita licencia para pilotar el barco!

Si te ha gustado Monsaraz, hay quien dice que tiene un hermano gemelo a unos 130 km de distancia. Se trata de la localidad de Marvao, cuyas calles y arquitectura guardan cierto parecido con Monsaraz. ¡Sigue leyendo para descubrirla!


4. Estremoz


Al igual que muchos de los pueblos portugueses de Alentejo, Estremoz también posee su propia muralla y su castillo. Pero lo que lo hace conocido internacionalmente es el mármol, que está presente en toda su arquitectura. ¡Hasta los guijarros de las calles son de mármol! También la Torre de Menaje, la más famosa de su castillo con 27 metros de altura, se construyó con mármol blanco.



En las canteras cercanas al municipio este material se extrae en distintos colores desde el rosa al negro y se exporta a todo el mundo. ¿Sabías que Portugal es el segundo exportador mundial de mármol después de Italia? Pues bien, en Estremoz se produce alrededor del 85% del total del país. De aquí procede también el mármol usado en algunos de los monumentos más visitados de Lisboa, como la Torre de Belém o el Monasterio de los Jerónimos.

Si el mármol no fuera suficiente para dar fama a Estremoz, el pueblo también es conocido por ser el lugar donde el rey Manuel I entregó los galones de oro a Vasco da Gama, el navegante más famoso de Portugal, para financiar su viaje a la India.


 5. Marvao


A los pies de la Sierra de Sao Mamede y muy cerca de la localidad extremeña de Valencia de Alcántara, se encuentra otro pueblo imprescindible de Alentejo. Hablamos del precioso Marvao. Rodeadas de murallas, todas sus calles apuntan al castillo, situado en lo alto de una colina y desde donde disfrutar de las mejores vistas panorámicas sobre el Alentejo y la vecina provincia de Cáceres. Como curiosidad, el Castillo de Marvao fue el refugio de muchos judíos serfardíes que huían de España en la época de la Inquisición.



Los rincones y callejuelas de Marvao te cautivaran con su esencia medieval. En tu ascenso al castillo, no puedes perderte los Jardines de Santa María, con sus caminos de setos desde los que observar en primer plano el imponente catillo. Asimismo, merece la pena visitar el Convento de Nossa Senhora da Estrela, fundado en 1488 según el diseño gótico.

Además, Marvao acoge dos eventos destacados durante el año que no te puedes perder si tu visita coincide con las fechas señaladas. Por un lado, está la Feria medieval de Marvao, que se lleva a cabo en el mes de marzo y, por otro lado, el Festival Internacional de Música Clásica, que se celebra durante la segunda quincena de julio. ¿Te lo vas a perder?


6. Castelo de Vide


¿Sabías que Castelo de Vide también se conoce como “la Sintra de Alentejo”? Esta calificación se debe a la densa vegetación que rodea el pueblo. Como no podía ser de otra manera, también aquí se encuentran vestigios medievales, como el Castillo de Don Dinis, del siglo XIII y el Fuerte de Sao Roque. También cabe destacar la Iglesia de Santa María de Devesa, situada en la céntrica plaza Dom Pedro V.



Igual que Marvao, Castelo de Vide también fue hogar de muchos judíos que escaparon de la expulsión promovida por los Reyes Católicos en 1492. Por este motivo, es obligada la visita a la Judería, el antiguo barrio judío de finales del siglo XV y principios del XVI, que se encuentra en muy buen estado de conservación. En ella hay una pequeña sinagoga, convertida en museo.

A pocos kilómetros de Castelo de Vide no puedes perderte el Parque Megalítico dos Coureleiros. Alberga distintos conjuntos de menhires que datan entre 4000 y 3000 años antes de cristo. Uno de los más destacados es el Menhir da Meada, el mayor de la Península Ibérica con más de siete metros de altura.


7. Vila Nova de Mil Fontes


Alentejo no solo son castillos y murallas, ¡también hay playas! Uno de los pueblos costeros con más encanto es, sin duda, Vila Nova de Mil Fontes. Situado en la desembocadura del río Mira, se incluye dentro del Parque Natural del Sudoeste Alentejano, en el que destacan las costas escarpadas y los acantilados.

Pero también hay increíbles playas de arena donde disfrutar del sol y del mar. Las más frecuentadas por los veraneantes son la Playa do Malhao, la Playa de Alteirinhos, la Playa do Farol y la Playa de Almograve. Después de pasar el día entre chapuzones y tumbonas, el centro histórico de Vila Nova de Mil Fontes también ofrece mucho que hacer. Como visitar la Fortaleza de Sao Clemente, edificada en 1602 para defender la ciudad de posibles ataques piratas. O recorrer las calles para admirar las fachadas blancas y azules que dan a Vila Nova su seña de identidad.

Otra localidad alentejana famosas por sus playas es Comporta, que atraen a cientos de turistas cada verano.


Si te han encantado estos pueblos, en Alentejo te esperan muchos más llenos de historia, arqueología, naturaleza y tradición. ¡No esperes más y planifica tu viaje a Alentejo!




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