El viaducto del Istmo se encuadra en la línea de AVE Madrid-Levante, en el tramo situado entre el Embalse de Contreras y Villargordo del Cabriel, provincias de Cuenca y Valencia respectivamente. Son 6,53 kilómetros de los que 5,52 discurren en forma de estructuras, cifra que muestra la complejidad constructiva del trazado debido a las dificultades orográficas e hídricas del terreno, que este viaducto comparte a su vez con dos viaductos más, el de Contreras (el mayor puente ferroviario de hormigón de Europa) y el de Cuesta Negra, además de con tres túneles.
El del Istmo es la obra de mayor longitud del subtramo, con 830 metros repartidos en 12 vanos ejecutados in situ, con luces en los dos extremos de 52 metros y de 68 metros en los 10 vanos restantes. El tablero es hiperestático, es decir, sólo cuenta con una junta en cada uno de los estribos, y está compuesto por una viga de sección de 14 metros de ancho y 4,40 metros de canto. Se construyó mediante cimbra autoportante desde el estribo del lado valenciano, que es donde está el estribo fijo.
Las pilas, de sección rectangular hueca de medio metro de espesor constante y dimensiones decrecientes en altura (desde 8,60 metros por 3,70 en la base hasta hasta 3,65 m con 3,70) para abrirse luego en el cabecero, tienen un altura comprendida entre los 21,4 metros y los 71 metros, con cimentación especial sobre encepados y pilotes de 1800 milímetros de diámetro a una profundidad entre 17 a 36 metros. Las pilas se hicieron mediante encofrado trepante.
Al igual que todo el tramo, se prestó una especial protección al sistema hidrológico para garantizar la calidad de las aguas del embalse y por eso se diseñó la ejecución con el sistema de cimbra autoportante.
Vía: adif.es
