Conil de la Frontera se enclava en plena Costa de la Luz, mirando al Atlántico. Este típico pueblo de pescadores rebosa encanto andalusí y está salpicado por un sinfín de playas que parecen no tener fin como Castilnovo, los Bateles, el Gallo o la Fontanilla. Muchas de ellas reciben el viento de levante, el cual crea el oleaje idóneo para la práctica de surf o windsurf. Entre ellas se cuelan calas recónditas entre vegetación frondosa, como Roche o Pato, que ofrecen la oportunidad de disfrutar de la arena y el mar prácticamente en soledad.
Conil atesora entre sus calles un interesante patrimonio arquitectónico, dentro del cual despuntan la capilla del Santo Espíritu, la torre de Guzmán o la parroquia de Santa Catalina de Alejandría. La gastronomía ejerce de poderosa excusa para visitar la localidad, ya que incluye delicias típicas como el pescaíto frito, la tortilla de camarones, el cazón en adobo o la mojama, que puedes saborear en cualquiera de los más de 100 restaurantes repartidos en la población.
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Las playas son el gran atractivo de Conil y destacan especialmente Castilnovo, al sur y con aspecto salvaje, los Bateles, la más cercana a la localidad y a muchos de los hoteles en Conil de la Frontera, o la Fontanilla, ideal para familias por su escasa profundidad o para degustar pescado fresco y mariscos en los chiringuitos que la decoran. Si buscas soledad y tranquilidad, opta por la cala del Aceite, resguardada por grandes bloques de piedra que la protegen del viento de levante, Ápera o Encendida, que destacan por su amplitud.
Si quieres adentrarte en la historia de Conil o contemplar su patrimonio monumental, recorre su casco antiguo. Declarado Conjunto Artístico, está recorrido por callejuelas jalonadas de casas blancas, decoradas con balcones repletos de bungavillas y geranios, y joyas arquitectónicas como la torre medieval de Guzmán, la iglesia de Santa Catalina, la capilla del Espíritu Santo o la puerta de la Villa, la única de las cuatro que daban acceso a la muralla que ha resistido el devenir del tiempo.
Para saborear o comprar productos típicos o adentrarte en el ambiente conileño, lo ideal es acercarse hasta el mercado de abastos, ubicado en la plaza de Santa Catalina. También puedes ir hasta el puerto para ver la subasta de pescado.
Si tu intención es practicar surf o windsurf, darte un baño o tener vistas al mar, te interesa buscar hotel en torno a las playas Fuente del Gallo o los Bateles. Están cercanas al centro de la localidad y recorridas por paseos marítimos repletos de bares, restaurantes, chiringuitos, tiendas y, durante el verano, de puestos de artesanía. Además, en los Bateles hay un mercadillo todos los viernes, donde puedes comprar todo tipo de souvenirs.
Para encontrar hoteles baratos hay que mirar en el centro de Estarás, cerca del patrimonio monumental, no muy lejos de las principales playas y a un paso de las calles más animadas, que son Cádiz, la cual concentra la mayoría de los restaurantes, y Peñón, repleta de bares, pubs y discotecas.