Hace pocos días un evento natural puso a prueba al AVE en la ruta Madrid-Barcelona, o quizás deberíamos decir que puso a prueba las alternativas que tiene Renfe a la hora de que se imposibilite el cumplimiento de los viajes pautados.
Con el verano y las altas temperaturas empiezan a aparecer los fuegos y el día 22 de julio fue tal la intensidad de los incendios en las zonas de Medinaceli (Soria) y Ricla (Zaragoza) que tuvieron que suspenderse los viajes en esa ruta.
Cerca de 3.700 pasajeros fueron afectados por la interrupción de las salidas desde la estación de Madrid Atocha y de Barcelona Sants especialmente. Pero los pasajeros pudieron hacer sus viajes gracias a la implementación de rutas alternativas por avión.
Casi 24 horas de interrupción del servicio terrestre hizo que la compañía encontrara rápidamente la altenativa para que los viajeos llegaran a sus destinos. Ena combinación de buses que, o bien trasladaban a los viajeros hasta Zaragoza o se ocupaban de llevaros al aeopuerto para que pudieran tomar el avion que lo trasladaría a su destino.
Los incendios locales han puesto a prueba los viajes de AVE pero ha quedado claro que ante una emergencia de ese tipo, siempre hay alternativas posibles. Desde los buses que hicieron la ruta Madrid-Barcelona, hasta los vuelos entre Madrid y Barcelona que aseguraron que los viajeros sí llegaran a su destino.
