El 28 de marzo de 2011 se inauguró la estación terminal de Gijón que será el punto final de la línea de alta velocidad Madrid-Asturias cuando concluyan los trabajos, para lo cual aún no hay fecha prevista.
Bautizada con el nombre Gijón-Sanz Crespo por la calle donde se ubica, no sólo opera con los trenes Alvia de larga distancia sino también con los de media, regional y cercanías, tanto en vía ancha como estrecha.
La estación es fruto de la reorganización ferroviaria que experimentó la ciudad a partir de los años noventa, cuando se cerró la del Norte y el tráfico pasó a la de Jovellanos para largo recorrido más otra para cercanías. En 2002, con el proyecto del AVE, se fundó la Sociedad Gijón al Norte para planificar la red en la ciudad, soterrar las vías y crear una nueva estación acorde al servicio que se necesitaría.
En 2009 empezaron las obras de un complejo que debía ser provisional, el actual, en espera de que el trazado llegue a la ciudad. Algo aún muy alejado en el tiempo, dada la complejidad que suponen los trabajos en la cordillera Cantábrica, con los túneles de la Variante de Pajares. A ello se sumó un problema extra a principios de este año: las dificultades económicas de la Sociedad Gijón al Norte.
En cualquier caso, la terminal de Gijón, que tiene forma de L, dispone actualmente de una plataforma con seis vías (tres de ancho ibérico y tres de ancho métrico) más tres andenes que se sitúan entre los pasos superiores de las avenidas Carlos Marx y Príncipe de Asturias.
En total son 2.250 metros cuadrados, 1.200 en la planta baja y 800 en un piso superior para servicios de Renfe y Adif. Estos servicios no son sólo las oficinas o los vestuarios sino también una zona comercial con tiendas, cafetería y el amplio vestíbulo donde además se sitúan las taquillas.
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