Nápoles, cuyo centro histórico es Patrimonio de la Humanidad, es una de las ciudades más antiguas, artísticas y deliciosas de Italia; sin embargo, su enorme cantidad de palacios, castillos, iglesias y riquezas arqueológicas todavía no han conseguido impedir que se mantenga como una de las más desconocidas de la Península.
A menudo ignorada por los viajeros, Nápoles, con sus sinuosas calles de adoquines, sus pequeñas plazas y sus pizzerías, respira genuina esencia italiana. A diferencia de otras ciudades más concurridas, Nápoles ofrece al visitante una experiencia verdaderamente local, con gente real que vive una vida normal en sus calles. Y este es uno de los grandes atractivos de esta ciudad que aún vive para sí misma y no para el turismo.
Como dicen algunos napolitanos: "Roma es el corazón de Italia, pero Nápoles es el alma". ¿A que te acaban de entrar unas ganas terribles de viajar a Nápoles?
Qué hacer un fin de semana en Nápoles
Aunque un fin de semana en Nápoles no es tiempo suficiente para ver todo lo que la ciudad tiene para ofrecer, sí que permite explorar los lugares más interesantes. Actividades como visitar alguno de sus museos, pasear por las calles del centro histórico, comer en una pizzería y tomar un café en alguna de las bonitas plazas de la ciudad amenizarán tu fin de semana en Nápoles. Y entre paseo y paseo, siempre puedes realizar algunas compras en la animada Vía Chiaia.
Escápate a la capital de la Campania. Reserva ahora tu vuelo a Nápoles y ven a explorar sus lugares de interés, como la Piazza Plebiscito, el Castel dell'Ovo, con bellas vistas de la costa, o algunas de las innumerables iglesias, como Gesù Nuovo, San Severo, San Domenico Maggiore o Santa Chiara.
Y si queda tiempo, puedes subir en funicular hasta el Castel Sant’Elmo, una fortaleza que domina la ciudad y que ofrece espectaculares vistas de la localidad y del Vesubio. Solo tienes que reservar un vuelo + hotel en Nápoles y todas estas maravillas estarán a tu alcance.
¿Por qué unas vacaciones en Nápoles?
La antigua Neapolis romana se abre a la hermosa bahía que lleva su nombre, sobre la cual se impone siempre la majestuosa silueta del Monte Vesubio al fondo. Ciudad marinera como pocas, el mar es fundamental para entender Nápoles. Deambular por el Lungomare, su paseo marítimo de más de tres kilómetros, es una actividad que los napolitanos disfrutan durante las cálidas noches de verano y las frescas mañanas de invierno. Lleno de restaurantes y de atracciones, se ha convertido en un imprescindible de la ciudad.
Nápoles tiene suficientes razones por sí misma para merecer una visita, pero también constituye un excelente punto de partida para otros destinos maravillosos como las islas de Capri, Ischia o Prócida, las antiguas ruinas de Pompeya y Herculano, la pintoresca Sorrento y la hermosa costa Amalfitana. Como ves, es imposible que te aburras: ¡reserva ya uno de nuestros paquetes vacacionales en Nápoles! Para ello, compra ahora tu vuelo de Madrid a Nápoles o tu vuelo de Barcelona a Nápoles y empieza a planificar tu viaje.
¿Qué hacer en Nápoles?
Algunas de las actividades que se pueden realizar en Nápoles son:
Visitar el Museo Arqueológico Nacional, en el que se pueden admirar esculturas como el Toro de Farnesio o la Artemisa de Éfeso y los frescos y mosaicos de Pompeya.
Entrar en el Museo di Capodimonte para ver la exquisita colección de obras de maestros italianos como Raphael, Michelangelo o Botticelli.
Perderse por el centro histórico y deambular por Spaccanapoli, por la Via dei Tribunali y por las callejuelas de los alrededores, como San Gregorio Armeno, donde los artesanos fabrican belenes siguiendo una tradición de más de 100 años de antigüedad.
Sumergirse en la estación de metro de Toledo, obra de Oscar Tusquets, considerada una de las más bonitas del mundo. En la Via Toledo, entre otros edificios emblemáticos, se ubica la Galería Umberto I.
Recorrer el Quartieri Spagnoli, un pintoresco barrio con callecitas donde se pueden encontrar típicas trattorias napolitanas.
Conocer la Nápoles subterránea, un laberinto de túneles y galerías que explican la historia de la ciudad y que no deberías perderte si te decides por fin a viajar a Nápoles. ¿Te animas?
¿Qué comer en Nápoles?
En Nápoles nació la pizza original de leña y existe un conjunto de estrictas reglas para los pizzaioli napolitanos, que aseguran que las pizzerías cumplen con los requisitos oficiales que hacen referencia tanto a los productos que se usan en su fabricación como al grosor de la masa. Pero además de pizzas y fritos –como los arancini de arroz o las crocché de patata–, la oferta culinaria de la ciudad ofrece otros platos típicos como la pasta, el ragú o el marisco, deliciosamente cocinado.
La repostería napolitana merece una mención aparte. No te marches de Nápoles sin haber probado helados y dulces tan delicados como la sfogliatella, los cannoli, la pastiera, la torta caprese o el exquisito babà, sobre el que alguien escribió: “Il babà è una cosa seria". Reserva tu vuelo + hotel en Nápoles y comprueba si es cierto.