Día 1: Una buena forma de comenzar tu viaje a Miami es visitando el centro de la ciudad: el Downtown. Aquí podrás encontrar el Museo de Historia de Miami, el Bayfront Park y el Brikell AVE, uno de los puentes más famosos de la ciudad. Reserva la tarde para hacer una excursión al Cabo de Florida.
Día 2: Uno de los días que estés en Miami, debes visitar el Little Havana, donde se recuerda la memoria de los intelectuales y donde podrás probar la auténtica cocina cubana. Si quieres seguir en el ambiente bohemio, adéntrate en el barrio de Coconut Grove.
Día 3: Guarda lo mejor del viaje a Miami para el final. La zona más famosa de la ciudad es South Beach, ¡seguro que los paisajes te recordarán a las series que veíamos de pequeños! Pasea por el Ocean Drive y contempla los edificios Art Decó o lánzate a coger olas en el mar.
Miami en abril
La temperatura en Miami es bastante estable durante todo el año, por lo que cualquier momento es bueno para visitar la ciudad. Si viajas entre noviembre y mayo, encontrarás temperaturas entre los 13º y los 25º, mientras que en los meses de verano, pueden llegar hasta los 30º.
Aunque para disfrutar plenamente de las playas de Miami, lo mejor es viajar en verano, la temporada de huracanes es de junio a octubre, por lo que quizás prefieras viajar en épocas más tranquilas, tanto por el clima como por la afluencia de turistas. Nuestra recomendación es viajar a Miami en abril, cuando las temperaturas son agradables y se pueden realizar actividades al aire libre. Lo único a tener en cuenta es que es una época en la que los estadounidenses viajan a Miami, por lo que es imprescindible reservar tu viaje con antelación.