Día 1: El Mercado de Bolhão es un buen punto de partida para nuestra visita a Oporto. Se trata de uno de los lugares más animados de la ciudad, cerca de la Avenida de los Aliados. Un mercado decadente pero repleto de energía, con varios niveles en los que se puede comprar carne, pescado, comida típica, flores y fruta. Un sitio perfecto para ver con tus propios ojos en qué consiste el día a día de la gente de Oporto.
Día 2: Y después de un primer encuentro con la esencia de Oporto, toca un paseo por otro de los puntos de referencia de la ciudad, el barrio de Ribeira, a la ribera del río. Aquí nos encontramos con coloridas y decoradas fachadas que parece que esperan, vestidas de gala, el tramo final del día. Y es que este es un lugar ideal para cenar y caminar por la noche. Encontraréis restaurantes y bares encantadores para degustar la deliciosa gastronomía portuguesa.
Día 3: No podemos irnos de Oporto sin visita la Librería Lello, una de las librerías más bellas de Europa. Fuente de inspiración para la saga de Harry Potter, se trata de un lugar mágico que parece sacado de un libro de fantasía. Paredes talladas de madera, altas estanterías llenas de libros e incluso una enorme vidriera de colores. Imprescindible e inolvidable.
Oporto en diciembre
Oporto es uno de esos destinos que aunque no esté nevado en Navidad, ni tenga las típicas casitas de madera que nos imaginamos en estas fechas, se convierte en una fantástica elección para pasar unas mágicas vacaciones. Y, de hecho, cada vez más viajeros piensan en esta ciudad para ponerle el broche final al año.
Y aunque no tenga esa estampa típica nevada, a Oporto no le faltan adornos navideños. Pistas de patinaje, árboles y calles repletos de luces preciosas, conciertos, mercadillos... Celebrar la Navidad y la Nochevieja aquí es toda una garantía. Y un momento ideal para contemplar los belenes de las iglesias de la ciudad. Si siempre merece la pena visitarlas, en estas fechas, aún más.