Día 1: No se nos ocurre mejor manera de comenzar un viaje a Lanzarote que visitando el Parque Nacional de Timanfaya. Se encuentra en la parte suroeste de la isla y se trata del único Parque Nacional de España puramente geológico. Después del del Teide, es el más visitado de España y es una de las experiencias más recomendadas de la isla. Aquí podrás contemplar paisajes que parecen sacados de una película de ciencia ficción, notar como el calor todavía está presente en el subsuelo, quedarte atónito mirando géiseres espectaculares e incluso ver como se cocinan alimentos gracias al calor que desprende la tierra.
Día 2: Y después de un día de contacto directo con el calor abrasador del interior de la tierra, toca relajarse y refrescarse en uno de los lugares más bonitos de Lanzarote, las playas de Papagayo. Siete kilómetros de playas vírgenes en las que podrás encontrar un entorno perfecto para disfrutar de tus vacaciones. Además, a pesar de estar cerca de un núcleo turístico como Playa Blanca, Papagayo mantiene su verdadera esencia natural y se convierte en un sitio de referencia en todas las Islas Canarias.
Día 3: Si lo tuyo es el mar pero entre relax y relax también necesitas una pequeña dosis de acción, entonces la playa de Famara te encantará. Una playa enorme y espectacular que se extiende a las faldas de un macizo donde el fuerte viento y el oleaje hacen que no se recomiende bañarse pero sí para practicar deportes acuáticos. Surf, bodyboard, kitesurf, windsurf... no se te acabarán las opciones para disfrutar por todo lo alto de este día.
Otras ciudades para visitar en España
Estamos seguros que un viaje a Lanzarote irá genial, pero, si te sobra tiempo y quieres desconectar después de unos días de playa, echa un vistazo a algunos de los destinos que te recomendamos en la parte inferior de la página.
Lanzarote en diciembre
El tiempo es uno de los puntos fuertes de Lanzarote. Su clima soleado y sin lluvias hace todo el año sea un buen momento para viajar aquí. De hecho, las Islas Canarias también son conocidas como las "Islas de la Eterna Primavera" por su clima y temperatura durante todo el año, así que volar a Lanzarote en diciembre es igual de recomendable que hacerlo en verano.
Sin embargo, hacerlo en diciembre, pensando en disfrutar de la Navidad y de fin de año en chanclas y bañador es algo realmente atractivo. Sobre todo si tenemos en cuenta que el resto de la península suele tener unas temperaturas muchos más bajas y cuando el abrigo es ya uno de nuestros habituales en el día a día. Así que si ya estás cansado del frío, de las mantas y de la lluvia, Lanzarote es el destino perfecto para tus próximas vacaciones de Navidad.