Día 1: El viaje a Múnich empieza por el corazón de la ciudad: la Marienplatz y el Ayuntamiento. De estilo neoclásico, este edificio es espectacular y en su fachada, llena de gárgolas y estatuas tiene especial importancia el Glockenspiel. Cerca encontrarás el viejo Ayuntamiento, hoy convertido en el Museo del juguete.
Día 2: Si hace buen tiempo aprovecha para callejear por Múnich y ver la Catedral, el Palacio de Nymphenburg y las puertas de la ciudad, que hoy delimitan el casco histórico de Múnich. Otra opción es visitar alguno de los museos como el Deutsches Museum o el Museo BMW.
Día 3: Múnich tiene muchos espacios verdes en los que tumbarse y reponer fuerzas. Para el último día de tu viaje, escoge entre el Englishgarten, el Hofgarten o el Olympiapark y da un paseo entre verde. Reserva la tarde para hacer algunas compras en el centro y tomar una cerveza.
Múnich en diciembre
Hablar de mercadillos navideños en Europa es hablar de Baviera, por eso, una de las mejores épocas para viajar a Múnich es diciembre. Ver la Marienplatz totalmente decorada con las luces y el árbol es una de las cosas que debes hacer, al menos, una vez en la vida. El mercadillo navideño más importante de Múnich es precisamente el que se celebra en esta plaza. Entre sus 150 puestos podrás encontrar juguetes, artesanía de madera, velas, cerámica y dulces típicos que probar allí o llevar de recuerdo. No olvides probar el vino caliente con canela, un buen remedio contra el frío de diciembre.
Muy cerca de este mercadillo se ubica la Feria de pesebres (Kripperlmarkt), aunque el belén más espectacular es el del Pueblo de la Navidad de la Residencia, en Odeonsplatz. Un belén a tamaño natural y con música en vivo que recrea un pueblecito de los alpes en plena época navideña.