Vuelos baratos a Múnich

Capital de Baviera y con una tumultuosa historia a sus espaldas, la hermosa Múnich se ha convertido en uno de los principales destinos turísticos de Alemania por su mezcla sublime de modernidad y tradición. Un viaje a Múnich supone, inevitablemente, un recorrido por su pasado como centro del movimiento nazi, su destrucción tras los bombardeos de la II Guerra Mundial y cómo ha sobrevivido a todo ello para erigirse como una urbe de belleza natural y espléndida arquitectura. Entre palacios reales, antiguas murallas, castillos de cuento y todo tipo de manifestaciones artísticas, sobran los motivos para buscar vuelos baratos a Múnich y realizar una visita a esta elegante ciudad alemana.

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Para sumergirse en la historia local, un buen punto de partida al visitar Múnich son las puertas de la ciudad, testigos de lo que fue la gran muralla medieval que protegía a la antigua ciudad. Además, no te pierdas:

• El epicentro de la vida local, Marienplatz, una céntrica plaza que acoge todo tipo de celebraciones y grandes eventos.
• El Ayuntamiento Antiguo, que presume de más de 500 años de vida y aspecto de castillo encantado.
• El Ayuntamiento Nuevo, erigido en 1908, un ostentoso edifico de estilo neogótico.
• El colorido mercado de Viktualienmarkt para mezclarse con los habitantes y probar algunas delicias locales.
• La catedral.
• El palacio de Nymphenburg.
• La histórica cervecería Hofbräuhaus.

Día 1: El viaje a Múnich empieza por el corazón de la ciudad: la Marienplatz y el Ayuntamiento. De estilo neoclásico, este edificio es espectacular y en su fachada, llena de gárgolas y estatuas tiene especial importancia el Glockenspiel. Cerca encontrarás el viejo Ayuntamiento, hoy convertido en el Museo del juguete.

Día 2: Si hace buen tiempo aprovecha para callejear por Múnich y ver la Catedral, el Palacio de Nymphenburg y las puertas de la ciudad, que hoy delimitan el casco histórico de Múnich. Otra opción es visitar alguno de los museos como el Deutsches Museum o el Museo BMW.

Día 3: Múnich tiene muchos espacios verdes en los que tumbarse y reponer fuerzas. Para el último día de tu viaje, escoge entre el Englishgarten, el Hofgarten o el Olympiapark y da un paseo entre verde. Reserva la tarde para hacer algunas compras en el centro y tomar una cerveza.